Condenado en 2023 a seis años de prisión por violación agravada, el cantante marroquí Saad Lamjarred volverá a enfrentarse a la justicia. Estará presente en libertad del 2 al 6 de junio de 2025, en el tribunal de apelación de Créteil. Los hechos se remontan a 2016. En París, la estrella conoció a Laura P. en una discoteca. Unas horas más tarde, en una habitación de hotel, la joven afirmó haber sido golpeada y violada. Tenía 21 años. Durante el primer juicio, ofreció un testimonio escalofriante, hablando de golpes y gritos, antes de lograr escapar. Francia: Caso Saad Lamjarred, entre cultura de la violación y culpabilización de la víctima El artista de 40 años, una estrella del pop árabe, siempre ha negado los hechos, afirmando que no hubo relaciones sexuales. En primera instancia, el tribunal basó su decisión en estar «convencido» de la violación, «descrita de manera constante y precisa» por la parte civil desde su denuncia. También justificó la condena por «la gravedad de los hechos imputados, tratándose de actos de violación perpetrados sobre una joven de veinte años por un adulto de treinta y un años, con recurso a una violencia comprobada en un contexto de consumo masivo de alcohol y cocaína, sin que él pudiera alegar no haber tenido conciencia de su consentimiento a la vista de la violencia desplegada y de su intento de convencerla de no llamar a la policía inmediatamente después de los hechos». «La persistencia del acusado en negar los hechos imputados y su subsiguiente falta de reflexión respecto a su acto», además de «un discurso trivializador como ante el experto psiquiatra en 2017» también fueron considerados en contra del artista marroquí. En junio próximo, será juzgado por «violación con varias circunstancias agravantes» y «violencias agravadas» que causaron una incapacidad de menos de ocho días. El caso, muy mediático, reaviva el debate sobre la impunidad de las estrellas acusadas de violencia sexual.