El Partido Socialista Unificado (PSU) ha entregado al Ministerio del Interior su memorando sobre las elecciones legislativas de 2026. En él, el partido aboga por la participación directa, sin intermediarios, de los marroquíes residentes en el extranjero, conforme al artículo 77 de la Constitución. Sin embargo, el documento excluye específicamente a los miembros de la comunidad marroquí que residen en Israel de este proceso electoral. «Está estrictamente prohibido que cualquier ciudadano marroquí que haya servido en el ejército de ocupación israelí o que haya ocupado cargos militares, políticos o civiles en el Estado ocupante se presente a las elecciones o vote», aclaran los colaboradores de Jamal El Asri, secretario general del PSU. Esta prohibición también se extiende a «todo marroquí que haya servido en ejércitos extranjeros», según se detalla en el documento. El PSU mantiene una postura activa junto a los islamistas de Al Adl wal Ihsane en las manifestaciones y sentadas organizadas regularmente por el Frente Marroquí de Apoyo a Palestina y contra la normalización, denunciando lo que consideran un genocidio del pueblo palestino. Es importante señalar que aproximadamente un millón de marroquíes de confesión judía residen en Israel. En 2013, varios partidos políticos marroquíes, entre ellos el PJD, PAM, PPS, USFP e Istiqlal, habían propuesto leyes para penalizar cualquier acto de normalización con Israel, contemplando penas de prisión y multas para los infractores. No obstante, estas propuestas fueron finalmente abandonadas. Marruecos restableció sus relaciones con Israel el 10 de diciembre de 2020.