La joven promesa del FC Barcelona, Lamine Yamal, compartió emotivos detalles sobre la historia migratoria de su familia durante una entrevista el jueves, resaltando el papel fundamental que tuvo el valor de su abuela marroquí en su carrera futbolística. El futbolista de 18 años reveló que fue su abuela paterna quien emprendió, sola, el peligroso viaje desde Marruecos hasta España. «Llegó sola y consiguió llegar a Mataró», confesó. Una vez en España, trabajó incansablemente, día y noche, para ahorrar lo suficiente y traer a su padre, quien había permanecido en Marruecos con su hermana. La madre de Lamine, originaria de Guinea, conoció a su padre en Barcelona, donde la familia se estableció en una vivienda compartida con otras jóvenes familias inmigrantes. La estrella del FC Barcelona recuerda aquellos primeros años difíciles: «Vivíamos en un apartamento donde la cocina y el dormitorio eran uno solo». Su madre, a pesar de sus largas jornadas de trabajo que comenzaban a las seis de la tarde, siempre se aseguraba de que la cena estuviera lista a su regreso del entrenamiento. Con la mirada puesta en el futuro, Yamal demuestra una determinación firme respecto a sus ambiciones: «No sueño con un Balón de Oro. Quiero varios. Creo en mis capacidades para lograrlo». El delantero del Barça también comentó sobre el impacto de su notoriedad en su vida diaria, bromeando sobre el hecho de que ya no puede jugar a la PlayStation en línea sin que sus adversarios le dejen ganar o llamen a jugadores muy hábiles para intentar vencerlo. Fiel a sus raíces, anunció su intención de donar 100 balones de fútbol a Rocafonda, en Mataró, perpetuando así el vínculo con la comunidad donde sus sueños de futbolista comenzaron a tomar forma.