Un total de dieciséis cineastas y actores se darán cita con cinéfilos y profesionales en el marco del programa Conversaciones, que forma parte de la 22ª edición del Festival Internacional de Cine de Marrakech. Este evento se llevará a cabo del 28 de noviembre al 6 de diciembre de 2025. Estas reuniones y debates ofrecen una oportunidad única para compartir perspectivas sobre lo que define las visiones artísticas y nutre los compromisos creativos. Entre las figuras destacadas de las Conversaciones se encuentran Bong Joon Ho, de Corea del Sur, presidente del jurado de esta edición del festival, y ganador de la Palma de Oro y cuatro premios Oscar; Guillermo del Toro, de México, galardonado con tres Oscars; Andrew Dominik, de Australia; Laurence Fishburne y Jodie Foster, de Estados Unidos, esta última doble ganadora del Oscar; Karan Johar, de India; Bill Kramer, director general de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas; Nadine Labaki, de Líbano, quien recibió el Premio del Jurado en Cannes; Kleber Mendonça Filho, de Brasil, con varios premios en Cannes; Jafar Panahi, de Irán, galardonado con el León de Oro en Venecia, el Oso de Oro en Berlín y la Palma de Oro en Cannes; Tahar Rahim, de Francia, premiado con el César al mejor actor; y Yousra, de Egipto, ícono del cine árabe. Además, el público tendrá la oportunidad de participar en dos Conversaciones cruzadas con otras figuras del cine mundial y nacional. En la primera, Virginie Efira, de Francia y Bélgica, ganadora del César a la mejor actriz, y Chiara Mastroianni, de Francia e Italia, premiada en Cannes, discutirán sobre la profesión de actriz y «la libertad frente a los roles y cómo el cine ilumina la relación con el mundo». En el segundo panel, titulado «Filmar la memoria: entre la historia colectiva y lo íntimo», las directoras Asmae El Moudir, de Marruecos, ganadora del premio a la mejor dirección en Cannes y de la Etoile d'Or del FIFM 2023, y Karima Saïdi, de Marruecos y Bélgica, reflexionarán sobre cómo «el documental marroquí explora la memoria, el exilio y las transformaciones sociales a partir de relatos personales». Estas interacciones reflejan el espíritu del festival, que los organizadores desean que sea «un lugar donde el cine se comparte, se cuestiona y se reinventa en contacto con los demás». Descritas como «íntimas y exigentes», estas conversaciones son «ventanas abiertas al proceso de creación y a las fuerzas que hoy animan el mundo del cine».