El Foro magrebí del diálogo ha instado a Mauritania, Túnez y Libia a desempeñar un papel activo en el proceso de reconciliación entre Marruecos y Argelia. Según los promotores de esta iniciativa, Nuakchot «mantiene relaciones equilibradas y pacíficas con Argel y Rabat, sin estar condicionada por un pasado conflictivo que podría inclinarla hacia un lado u otro. Este equilibrio, sustentado por una diplomacia discreta y pragmática, otorga a Mauritania una capacidad única para maniobrar sin generar tensiones». Añaden que «su posición prudente y mesurada sobre la cuestión del Sáhara Occidental refuerza su imagen de país neutral, priorizando la estabilidad sobre el alineamiento, lo que permite que sus iniciativas sean percibidas como en beneficio de los intereses comunes del Magreb». En cuanto a Túnez, el Foro considera que el país bajo la dirección del presidente Kaïs Saïed «representa un recurso valioso para cualquier mediación en el Magreb. La diplomacia tunecina mantiene una tradición de moderación y búsqueda de consenso, un legado que le confiere la autoridad moral necesaria para actuar como facilitador entre posiciones divergentes». No obstante, esta «tradición de moderación» parece haberse visto afectada desde que el actual presidente decidió alinearse con las posturas de Argelia respecto al Sáhara Occidental. Esta decisión fue criticada por Rabat, que llamó a consultas a su embajador en Túnez a finales de agosto de 2022. El puesto permaneció oficialmente vacante hasta que el rey Mohammed VI nombró a Hassan Tariq como mediador del reino el 24 de marzo de 2025. El Foro también subraya que Libia podría desempeñar un papel en este proceso, aunque el país sigue enfrentando divisiones institucionales y desafíos de seguridad. Su participación podría, según los autores, ampliar el consenso y dar a este acercamiento una dimensión colectiva, permitiendo que cada actor se sienta parte de la solución en lugar de un simple espectador de una disputa entre dos Estados clave de la región. Como recordatorio, Steve Witkoff, el enviado del presidente estadounidense Donald Trump para Oriente Medio, anunció en octubre que Estados Unidos está trabajando para lograr un «acuerdo de paz» entre Marruecos y Argelia «en los próximos dos meses». Consultado la semana pasada sobre este tema, el representante permanente del reino ante las Naciones Unidas, Omar Hilale, devolvió la pelota al estadounidense Witkoff, mientras que el ministro argelino de Asuntos Exteriores negó la existencia de negociaciones entre Rabat y Argel.