El proyecto de resolución de la ONU sobre la cuestión del Sahara, presentado por Estados Unidos, ha provocado un terremoto político dentro del Polisario. En un movimiento precipitado y sin que ninguna parte lo solicitara, el Frente ha anunciado «la ampliación» de su propuesta, inicialmente presentada en 2007 como contrapartida a la iniciativa marroquí de autonomía. La filtración del proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el Sahara, presentado por Estados Unidos a los otros 14 miembros, ha provocado un terremoto en el seno del Frente Polisario. Inicialmente, el movimiento separatista cuestionó el proyecto, pero se retractó unas horas después. Subrayó que Washington ha apoyado a Marruecos desde el inicio de la disputa regional, argumentando que esta posición no representa la de la comunidad internacional. Para intentar frenar la aceleración que ha experimentado el dossier, el Frente anunció ayer la presentación de su «texto de propuesta ampliada como un gesto de buena voluntad y en respuesta a las resoluciones del Consejo de Seguridad». Sin embargo, esta propuesta data de abril de 2007, en respuesta al plan de autonomía presentado por Marruecos al Consejo de Seguridad. Este plan propone otorgar una autonomía que permita a las provincias del sur poderes ampliados, en el marco de la soberanía de Marruecos, con la creación de instituciones ejecutivas y legislativas específicas. En cuanto a la propuesta del Polisario, se basa en «la autodeterminación del pueblo saharaui» mediante un referéndum supervisado exclusivamente por las Naciones Unidas, una solución que la ONU ha declarado previamente imposible en la práctica, debido al profundo desacuerdo entre Marruecos y el Polisario sobre la determinación de la población elegible. La presentación de la «propuesta ampliada» se produce en un momento políticamente sensible, sin solicitud del Consejo de Seguridad ni del enviado personal, Staffan de Mistura. Las recientes acciones de la ONU se han centrado más bien en la clarificación de detalles de la propuesta de autonomía marroquí, que cuenta con un creciente apoyo de las grandes potencias internacionales. Desde 2007, las resoluciones del Consejo de Seguridad no han hecho referencia a la propuesta del Polisario, mientras han elogiado repetidamente la iniciativa marroquí y la han considerado «seria y creíble». «El costo de la paz» En su carta de ayer al secretario general de la ONU, el líder del Frente Polisario defendió su propuesta como destinada a «permitir al pueblo saharaui ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación mediante un referéndum bajo la supervisión de las Naciones Unidas y la Unión Africana». Brahim Ghali anticipó los resultados de este referéndum, expresando la disposición de lo que llamó el «Estado saharaui» a negociar con el «Reino de Marruecos para establecer relaciones estratégicas y mutuamente beneficiosas entre ambos países». En un intento por suavizar las tensiones para reformular un discurso separatista en su esencia, esperando ganar simpatía internacional y distanciarse del discurso belicista, Brahim Ghali expresó la voluntad del Frente de compartir el «costo de la paz» con la otra parte, «con el fin de alcanzar una solución justa, pacífica y duradera que asegure la autodeterminación del pueblo saharaui y restablezca la paz y la estabilidad regionales». Consideró que llegar a una solución pacífica, justa y duradera era «no solo urgente sino también posible, si existe una verdadera voluntad política de alejarse de las soluciones basadas en el statu quo e impuestas unilateralmente», haciendo referencia implícita a la propuesta de autonomía marroquí. También invocó una voluntad del Polisario de entrar en negociaciones directas y serias con Marruecos, sin condiciones previas y bajo el auspicio de las Naciones Unidas. Una opción rechazada por Marruecos, que exige la presencia de Argelia en la mesa de negociaciones como actor principal. Un llamado también realizado por el enviado de la ONU, Staffan de Mistura. El nuevo proyecto de resolución estadounidense de la ONU es claro: llama a las partes del conflicto a negociar la propuesta de autonomía como la «única solución» a la disputa regional. El domingo, Steve Witkoff, el enviado estadounidense para Oriente Medio, anunció que la administración Trump está llevando a cabo mediaciones para concluir un acuerdo de paz entre Marruecos y Argelia en un plazo de 60 días.